miércoles, 6 de abril de 2011

Pila Daniell


Esta práctica, de muy elevada importancia, tiene relación directa con el temario de la asignatura de Química. Concretamente, esto es exactamente lo que estamos estudiando en esa asignatura.



Lo primero que tuvimos que hacer fueron las operaciones para obtener una disolución de sulfato de cobre 0,5M pentahidratado y una disolución de sulfato de zinc 0,5M heptahidratado. Estos cálculos los podréis observar en la foto de abajo. Como dato adicional, decir que podríamos haber hecho las disoluciones tanto de 0,5M como de 1M, es indiferente...
El profesor Javier Valdés nos había dicho que él tenía una disolución de sulfato de zinc 1M. No obstante, esta no aparecía por ningún sitio del laboratorio, por lo que tuvimos que hacerla.


Obviamente no hacía falta hacer tantas disoluciones como grupos somos. Por ello, nos repartimos el trabajo a la hora de hacer las mismas. Llegamos a hacer un total de 3 disoluciones de sulfato de cobre. Pese a ello, no fue suficiente ya que algunos grupos usaron demasiada cantidad de disolución de sulfato de cobre.

Una vez comprobamos que los resultados de las operaciones estaban bien, pusimos la cantidad en gramos que nos dio en un vaso de precipitados. Posteriormente, lo vertimos a un matraz aforado cuidadosamente.

Paralelamente, realizamos con papel filtro una especie de puente salino (se puede apreciar en las imágenes). Además, hicimos una disolución de agua y sal (a ojo, sin cantidades precisas). El primer día no había tiempo para más, así que el resto lo teníamos que hacer en la siguiente clase...

... Empapamos el papel filtro en la disolución de agua con sal.
Cogimos dos vasos de precipitados. Uno de ellos lo llenamos con disolución de sulfato de cobre y le añadimos cobre metálico (el cual me costó bastante romperlo, pues es bastante resistente y no muy maleable a temperatura ambiente). El otro lo llenamos de sulfato de zinc y un trocito de zinc sólido.

Llegados este punto, era hora de probar si de verdad había transporte de electrones. Para ello, cogí prestado el voltímetro y, en efecto, sucedía lo que tenía que suceder.

Previamente a hacer este experimento, medí la masa de mi trozo de cobre (25,4g) y mi trozo de zinc (2,4g). El próximo día tendré que mirar cuál es su masa y ver qué ha sucedido... Para entonces, os traeré, si es posible, alguna imagen más de la pila Daniell.


Un saludo,
Rafa
http://www.conderipoll.com/

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