La práctica consistía en cubrir la superficie interna de un tubo de ensayo con un "espejo de plata" obtenido a base de hacer mezclas entre disoluciones. Para hacerlas utilizamos como reactivos: Disolución de nitrato de plata al 2,5%; disolución de hidróxido de sodio (sosa) al 5%; disolución de amoniaco al 5% y disolución de glucosa 0,5 M.
Nos guiamos según los pasos descritos a continuación:
- Vertimos en un tubo de ensayo disolución de nitrato de plata (hasta un cuarto del tubo aproximadamente)
- Echamos, gota a gota, un poco de hidróxido de sodio en el tubo, y lo mezclamos con el compuesto anterior. Tras agitar, se formó en el tubo un precipitado negro.
- Una vez teníamos el precipitado, echamos gota a gota amoniaco en el tubo (aquí fue donde teníamos que echar "poco") y revolvimos con cuidado hasta que el precipitado formado en el paso anterior desapareciese completamente.
- Vertimos en el tubo de ensayo tanto volumen de glucosa como volumen teníamos en ese momento en él.
- Nombramos con rotuladores permanentes los diferentes tubos y, por grupos, los pusimos a calentar al baño María, para que el precipitado se formase en las paredes del tubo y quedase un espejo de plata.
Fue una práctica divertida, pues nunca habíamos hecho algo parecido y, durante el procedimiento, observamos con curiosidad los fenómenos que se iban produciendo en nuestros tubos de ensayo.
Juncal Balbona
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