jueves, 3 de marzo de 2011

Cultivo de bacterias

Estos últimos días los hemos dedicado, entre otras cosas, a hacer un cultivo de bacterias.
Para ello necesitamos:
  • Dos o tres placas de Petri, con sus respectivas tapas.
  • Un medio de cultivo, en nuestro caso, gelatina o agar (cedido amablemente por un voluntario vasco).
  • Nutrientes, normalmente caldo de pollo (avecrem).
  • Una estufa, para mantener las muestras a la temperatura ideal de crecimiento de las colonias de bacterias (36-37ºC).
  • Dos o tres cocinas de gas (elemento que según las autoridades pertinentes no puede faltar en el equipaje de un buen excursionista).
  • Cazos de los chinos donde hervir agua y preparar el sustrato.
El procedimiento comienza con la preparación de la gelatina, el agar y el avecrem siguiendo las instrucciones de los envases(, aunque no por separado, ya que el medio de cultivo y los nutrientes se hacen en el mismo recipiente). Vertemos estas "sustancias" en las placas de Petri antes de que se enfríen y se solidifiquen en el vaso donde las preparamos, y las dejamos , ahora sí, enfriarse y alcanzar un estado semisólido.

Con la muestra fría, llega la hora de la "siembra":
  • Después de pasear nuestras manos por todos las paredes, pomos de puertas, y demás infraestructuras del colegio, restregamos nuestros dedos por la superficie de una de las muestras en dos direcciones perpendiculares.
  • En otra de las placas "aramos" (algunos de una forma especialmente "profunda") el sustrato con un bastoncillo tras pasarlo por nuestra cavidad bucal, dejando un rastro de saliva. También se podía estornudar encima de la muestra, pero esto ya era opcional.
  • Quien con suerte y astucia conseguía una tercera placa de Petri, podía utilizarla para observar bacterias de sidra.
Tras este entretenido momento granjero, introdujimos todas las placas en la estufa para comenzar el crecimiento de las colonias de bacterias.
En teoría, en un periodo de 24-48 horas se debería empezar a observar manchas de color, lo que indicaría que las colonias comienzan a crecer; pero por desgracia, un cúmulo de circunstancias hizo que , una vez más, la teoría siguiera siendo solo eso, teoría.

Problemas:
En nuestro primer intento (sin tener aún el agar) , metimos las placas en la estufa demasiado pronto, cuando aún seguían bastante líquidas, lo que origino que con el calor las muestras volvieran otra vez a su estado completamente líquido, haciendo del sustrato una bonita y muy maloliente "sopa" donde las bacterias se esparcieron. Al sacar las muestras esperanzados, un nauseabundo olor nos incitó a pensar que todo había salido bien (este olor se debía a la alimentación de las bacterias) pero nada más lejos de la realidad. Teníamos un bonita mezcla de gelatina, avecren y bacterias, pero sin colonias. Algunos ilusos creímos que las manchas de la superficie eran colonias, pero al parecer solo eran grumos del avecrem.
Repetimos la práctica y para evitar repetir nuestros errores dejamos enfriar la gelatina ( y esta vez también agar) durante un día entero. Tras la espera extendimos la saliva y los rastros de nuestros dedos, y a la estufa. Tras un reconfortante fin de semana nos encontramos ¡otra vez!muestras líquidas. Como el mal olor alcanzaba esta vez límites insospechados y los resultados, en la mayoría de los casos, no eran los esperados, desechamos las muestras (con la inestimable colaboración de Mateo) y dimos por terminada la práctica con la esperanza de retomarla algún día y conseguir de una vez buenos resultados.

Carlos Alonso y Pablo González.
(Fotos próximamente)

No hay comentarios:

Publicar un comentario