Primero, diferentes parejas prepararon disoluciones 0,1 M de FeCl3, KSCN, NaOH y NaI, para 250 ml. Después, en un vaso de precipitados echamos 1 ml de FeCl3 y otro ml de KSCN y echamos agua hasta los 50 ml. De esa disolución echamos unas gotas en un tubo de ensayo, el cual será el control, sin alterarlo.
Luego, sacaremos otras gotas y las echaremos en un segundo tubo de ensayo, a este le añadiremos unas pocas gotas más de KSCN, lo que provocará que la disolución se vuelva más rojiza, debido a que se desplazará hacia la derecha para tratar de compensar el aumento de SCN.
A continuación, en un tercer tubo sacaremos también unas gotas de la disolución primera y añadiremos unas gotas de NaOH, lo que provocará que la disolución precipite, por lo que perderá el color. Pero, le añadiremos HCl, lo que provocará que la disolución se disuelva otra vez, debido a que el ácido da iones H al OH y formará H2O, deshaciendo el complejo Fe(OH)3 que se había formado.
En el cuarto tubo de ensayo añadiremos NaI, lo que provocará que se vuelva más claro, aunque casi sin notarse. En el quinto, y último tubo, añadimos FeCl3, y la disolución se vuelve de un color más rojizo, debido a que se desplaza hacia la derecha para igualar la concentración de hierro.
Vídeo explicativo:
Sara Soria Ruiz
Inés Martín Cantero
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