sábado, 20 de febrero de 2016

PROCEDIMIENTO NECESARIO PARA LA OBSERVACIÓN DE CÉLULAS SANGUÍNEAS

En primer lugar, con un algodón empapado en alcohol se limpia la yema del dedo que se va a pinchar. El pinchazo hace que salga una gota de sangre, la cual utilizaremos para observar las células que se encuentran en su interior. Cuando ya salga una gota completa, se deposita en un portaobjetos. No se puede apretar el dedo para que salga la gota, ya que si se hace esto no saldría sólo sangre.

Se realiza el frotis siguiendo los pasos. Hay que tener cuidado con que no sea excesiva la cantidad de sangre ya que si lo fuese, las células se juntarían unas a otras y no dejarían pasar la luz en el microscopio para observar la muestra. Se coloca el segundo portaobjetos formando un ángulo de unos 45° con el primero. A continuación, se desliza el portaobjetos hacia la gota de sangre hasta que entren en contacto. Tras esto, deslice el portaobjetos en el sentido contrario para que la gota de sangre se disperse lo más heterogénea posible por todo el portaobjetos.

Después, se añaden unas gotas de hematoxilina y se deja actuar durante 15 minutos. Ya terminado el tiempo de espera, agregue eosina y cuando este último reactivo termine de secar, ya puede dirigirse a un microscopio para observar las células con las que se ha estado trabajando.

Ya en los microscopios, al principio se usan los menos aumentos posibles, para después ir aumentando poco a poco. Finalmente (y con el mayor aumento posible), quedan unos cuantos glóbulos rojos aumentados considerablemente y con bastante detalle.

Resultado:


10 x 40 aumentos
10 x 20 aumentos





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