Primero, echamos en un tubo de ensayo glucosa y un poco de agua. Después, echamos unas gotitas de Fehling A y Fehling B, y agitamos. Así, la mezcla queda de un color azul.
Después cogemos el tubo de ensayo con una pinza y encendemos el mechero, a continuación empezamos a calentar el tubo, hay que moverlo para que se caliente por todo el tubo y no solo por la parte de abajo. Cuando se calienta, la disolución se vuelve de un color rojizo, lo que significa que es un azúcar reductor. Después, repetimos el proceso con leche (lactosa), miel (fructosa), manzana (fructosa). Todos estos son reductores.
También, repetimos el proceso con la sacarosa, la cual no cambió de color, ya que no es reductor.
Después volvimos a repetir la sacarosa, pero le echamos, además, saliva. Supuestamente, al echarle saliva se tendría que hidrolizar la sacarosa y se volvería reductor. Pero no nos cambió de color.
Por último, lo intentamos con HCl junto sacarosa, que también tendría que volverse reductor. Pero no conseguimos que se volviera reductor, es decir, no nos cambió de color.
Por otra parte también realizamos la práctica de saber si hay o no almidón en los distintos productos, para ello le hemos echado betadine a los diferentes alimentos (galleta, patata, legumbres y pan) y si esos alimentos se ponen de color negro es que el alimento contiene almidón como la galleta la patata y el pan , sin embargo la legumbre no, se queda en un tono marrón.
Sara Soria e Inés Martín
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