Utilizamos mandarina para realizar esta práctica.
Comenzamos triturando dos gajos
de mandarina en un mortero. Luego le añadimos una cantidad no muy grande de agua, y
a continuación echamos también arena para que así se rompiesen mejor las
membranas de la célula de la mandarina y quedasen los núcleos sueltos, para ello removimos, y una vez que nos había quedado la
mezcla con la apariencia de papilla echamos un poco más de agua para que
quedara más líquida, y cogimos el embudo y un filtro de café, lo colocamos en
un soporte con un vaso debajo y añadimos la mezcla al embudo para que se
filtrase separando así los restos de tejido que habían quedado por romper.
Una vez que teníamos una cantidad
considerable filtrada lo pasamos a un tubo de ensayo y le echamos la misma
cantidad de una disolución de cloruro sódico 2M consiguiendo así producir la
rotura de los núcleos para que quedasen libres las fibras de cromatina.
A continuación añadimos a la
mezcla una gota de fairy para que así se formara un complejo con las proteínas
y las separara del ADN para que este quedase visible, y quedasen el ADN y las
proteínas que tiene asociadas separadas.
Después añadimos un poco de alcohol que íbamos echando muy despacio de forma que
este resbale por las paredes del vaso y se formen dos capas. En la interfase,
precipitará el ADN y será lo que debemos observar.
Pero antes de poder observar
estas fibras tuvimos que Introducir una varilla de vidrio e ir removiendo
siempre en la misma dirección. Sobre la varilla se van adhiriendo unas fibras
blancas, visibles a simple vista, que son el resultado de la agrupación de
muchas fibras de ADN,
Este fue el resultado que obtuvimos dónde se pueden observar las fibras de ADN:
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