El (malvado) garbanzo y la (inocente) bureta:
A día de hoy, en nuestra mesa de trabajo, el garbanzo aún se encuentra en la bureta, pero ahora está inmerso en ácido sulfúrico. Explicaremos el porqué:
-El ácido sulfúrico, de fórmula H2SO4, a temperatura ambiente es un líquido corrosivo, es más pesado que el agua e incoloro (a temperatura y presión ambiente).
- Este compuesto es soluble en agua, pero reacciona violentamente al mezclarse con ella, generando calor.
- Éste es un ácido fuerte, es decir, en disolución acuosa se disocia fácilmente en iones de hidrógeno (H+) e iones sulfato (SO42-)
- Este ácido es corrosivo para todos los tejidos del cuerpo. El contacto con la piel puede causar necrosis (gangrena) grave de los tejidos. El contacto del ácido sulfúrico con los ojos puede resultar en la pérdida total de la visión. El contacto del ácido sulfúrico con los órganos internos del cuerpo corroe las membranas mucosas de la boca, garganta y esófago, con dolor agudo y dificultad para tragar. Por lo tanto, es importante que nadie derrame el líquido contenido en la bureta, ni se acerque en exceso a ella.
Lo que se
quiere conseguir es que el garbanzo de deshaga, disuelva... poco a poco, lo cual ya está
teniendo efecto, como se puede observar en estas últimas fotografías donde en
el límite superior del ácido se encuentran pequeños trozos de garbanzo.
Pablo
Mayoral y Claudia Pomar.
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