Para ello unos días antes hemos puesto a remojo las raíces de la cebolla para propiciar su crecimiento.
Tras realizar la preparación de la muestra con su respectiva forma de tinción mediante la orceína A y B, hemos conseguido observar esto al microscopio.
María Vidal Aspiroz.
gracias por su contenido muy interesante y me ha servido mucho en mis clases.
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