El pasado miércoles 15 de Septiembre, empecé con ilusión una nueva asignatura, LABORATORIO.
Al ser el primer día todavía no teníamos ni gafas ni bata, pero aún así tuvimos tarea que hacer:
Contar los instrumentos que teníamos en el laboratorio.
Parece fácil, 3 vasos de precipitados, 5 cuentagotas, 2 vasos de precipitados... pero llegamos a las pipetas. Estaban todas colocadas sobre una superficie de madera y de repente PLAS!
al ir a coger la pipeta, esta empujó todos los cuentagotas y tras mi intento fallido de cogerlos al vuelo, cayeron. Pero no se rompió nada.
Segunda incidencia en el laboratorio, no, no fue la última...
Empezamos la clase con nuestra primera práctica, medir una cierta cantidad de agua con los distintos instrumentos con los que contábamos.
Al final de la clase, me vi un poco apurada para terminar la práctica y cogí el vaso de precipitados grande y lo llené de agua con tan mal suelte que no me percaté de la presencia del grifo y el vaso chocó contra él, se me cayó de las manos, y esta vez sí, SE ROMPIÓ.
Un saludo, solo me queda darle las gracias a mi gran amiga Laura por su ayuda y a Jaime por acompañarme en el sentimiento
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
no hay de que, espero que lo mio sea mas barato jejeje
ResponderEliminarde nada noe, mejor estás sin tocar los instrumentos unos cuantos días!! :)
ResponderEliminaraaajajajajaj