Hoy en el laboratorio nos hemos manchado las manos de sangre (literalmente, las manos, no los guantes, que han desaparecido misteriosamente). Aquí está la prueba del delito: un vídeo explicativo en el que identificamos las partes del corazón, previamente a la disección.
Mañana nuestro inocente laboratorio se convertirá en una auténtica carnicería... ¡preparaos!
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