Primeramente, para la
realización de este experimento, trajimos unas cebollas que introduciríamos en
unos vasos de precipitados con agua. Estas se sujetaban mediante palillos de
tal manera que la parte inferior del bulbo quedase bañada en agua a fin de que
creciesen sus raíces. Tras varios días observamos como en la cebolla había crecido mucho esas raíces y pudimos realizar la práctica.
La cebolla que utilizamos para extrae las muestras |
Para comenzar cogimos los extremos de estas raíces ya que es en los meristemos de las raíces donde se realiza la mitosis a fin de crecer. Cogimos un extremo de pequeño tamaño y lo pusimos en un vidrio de reloj. Sobre él vertimos unas dos gotas de orceína A a fin de que este quedase cubierto y posteriormente calentamos la muestra con un mechero de alcohol pero evitando que se secase la orceína A que cubría la raíz. Calentamos la muestra durante aproximadamente 8 minutos y después, con unas pinzas, la colocamos en un portaobjetos y le echamos una gota de orceína B. Tras ello cubrimos este portaobjetos con un cubreobjetos y aplastamos con cuidado la raíz para sacar toda la tinta sobrante y para después llevar la muestra al microscopio.