Esta práctica tiene como objetivo observar la diferentes células y componentes de la sangre. Para ello, en primer lugar, procedimos a realizar un pequeño pinchazo en nuestro dedo con una aguja esterilizada con la finalidad de obtener unas gotas de sangre. A continuación pusimos las gotas de sangre en el extremo de un portaobjetos. Después procedimos a extender la sangre por el portaobjetos con ayuda de otro portaobjetos y dejamos secar la muestra. Una vez que la sangre estaba seca, realizamos una primera observación de las células sanguíneas con el microscopio óptico, del que obtuvimos las siguientes imágenes:
A continuación procedimos a teñir las muestras con Hematoxilina y Eosina. También volvimos a realizar otra observación a través del microscopio, de la que obtuvimos diferentes imágenes que serán mostradas posteriormente.
Alejandro Robles